¡Hola de nuevo queridos Anti-anTICuados!
A lo largo de este post reflexionaré sobre los conocimientos adquiridos a lo largo de la asignatura de Investigación, Innovación y Uso de TIC en la Enseñanza de Lengua y Literatura del Máster de Profesorado de la Universidad de Alicante.
En primer lugar, me gustaría destacar que la competencia digital no es uno de mis puntos fuertes y como consecuencia, el panorama del primer día pintaba mal, muy mal. Así, tras un primer contacto con una cantidad de términos totalmente desconocidos para mí, empezó la puesta a punto. He de reconocer que al principio me encontraba sobrepasada por la cantidad de prácticas que debíamos realizar de las cuales no comprendía el sentido de ninguna.
No obstante, poco a poco, empecé a adentrarme en el mundo de las TIC, TAC, TEP descubriendo herramientas útiles para un futuro docente. Dentro del conjunto de materiales me gustaría destacar las constelaciones literarias y la elaboración de una webquest. Considero que se trata de dos prácticas cuyo punto de partida resulta interesante y atrayente para los estudiantes. Además, el aprendizaje que se puede obtener a raíz de su confección es múltiple y beneficioso. Por otro lado, el uso de la red social Twitter o el blog como instrumentos que fomenten la reflexión y el debate sobre aspectos tratados en el aula me parece una opción realmente provechosa. Por último, la elaboración de las prácticas me ha permitido descubrir mecanismos y materiales útiles dentro de la especialidad de lengua castellana.
Este aprendizaje tecnológico ha tenido lugar durante unos meses de confinamiento debido al Covid-19, suceso que ha provocado una reestructuración en el modelo de enseñanza-aprendizaje y en las vidas de todos. En clase de Lengua Española en el Currículum de Secundaria se mencionó el término de resiliencia, y concibo la situación académica y personal vivida como tal. Ante semejante tesitura que invitaba a desesperarse en el sofá y al contemplar las experiencias de otros que se dedicaban a pintar con acuarelas o hacer tie-dye, entre otras artes, los ánimos no estaban en su mejor momento, y mucho menos para pasarse los días trabajando delante del ordenador.
Así que, con mucha paciencia y ganando el pulso a sentimientos propios de la época universitaria como la ansiedad, la desesperación y la pereza, he aprendido a sobreponerme a las circunstancias adversas y valorar más mi trabajo, mi esfuerzo y mi responsabilidad. En definitiva, ha sido un cuatrimestre lleno de situaciones nuevas que han incrementado no solo el saber académico relacionado con la lengua y con las destrezas tecnológicas, sino también la visión y valoración sobre diferentes aspectos personales.
Por último, considero que es necesario un aplauso a todos mis compañeros, por su trabajo y por haber superado (casi) esta situación tan particular ¡Enhorabuena chicos!
Nos vemos en el siguiente post ;)
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