miércoles, 6 de mayo de 2020

Práctica 7 ¿Qué hemos aprendido?


Queridos y queridas, ahí va lo que creo he adquirido mediante la asignatura de innovación.

Creo que todos somos conscientes de la importancia de las nuevas tecnologías en lo que a formación del alumnado se refiere, pero supongo que en ahora, en pleno estado de confinamiento, podemos vislumbrar su importancia cuando las clases ahora, en términos generales, se están impartiendo de forma virtual. En mi caso, siempre he sido un renegado del uso exceso de las tecnologías en la educación y lo sigo manteniendo. No obstante, reconozco la importancia de estas, siempre y cuando se usen en su justa medida.

Tras esa breve introducción, procedo a exponer aquellos nuevos conocimientos TIC que podido conseguir. En primer lugar, destaca el hecho de la existencia de diferentes formas de impartir la clase de lengua y literatura, adaptándola a la realidad vigente para conseguir un ambiente de estudio agradable y ameno. Incitar a que el alumnado emplee parte de su tiempo en compañía de las TIC, para la realización de actividades vinculadas a la materia en cuestión, dotándolas de un carácter tanto lúdico como provechoso.

También, he conocido nuevos y variados recursos abiertos que como futuro docente me podrían ser de mucha utilidad, destacando los recursos MOOC, REA o la WebQuest. Se trata de una forma tanto innovadora como alternativa para formar al alumnado, permitiendo a este desarrollar una gran autonomía en lo que a su proceso de aprendizaje se refiere. Del mismo modo, estas plataformas pueden incentivar la investigación, por su puesto, guiada por el profesor, fomentar el buen uso de las nuevas tecnología y fomentar el trabajo individual y cooperativo. Por otro lado, propician un aspecto fundamental en la educación tal como es la creatividad.

Estos recursos, entre otros no menos importantes, que hemos adquirido a través de la asignatura de innovación, son los que marcaran, sin duda, parte del futuro de la educación. Es por ello que, como futuros docentes, tenemos tanto el derecho como el deber de formarnos en materia de TICs para poder adaptarnos, en la medida de lo posible y permitido, a la realidad de nuestro alumnado, para marcarle un itinerario que se adecue a sus necesidades y cumpla con los objetivos establecidos. Ahora bien, tenemos que medir y controlar el uso tales herramientas, siendo un arma de doble filo, para no caer en la trampa de la dependencia de estas.


Finalmente, he de decir que, al fin y al cabo, es la naturaleza de nuestras aulas la que determinará la selección de las herramientas óptimas para los alumnos y las alumnas, tras la realización de un diagnósTICo por parte del docente.



Gracias por vuestra atención.

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