domingo, 17 de mayo de 2020

La educación 2030



Hola queridos compañeros y queridas compañeras, aquí os dejo un pequeño relato sobre la educación en 2030.

Era un viernes 12 de abril, el “pareloj” daba las 7.29 en un ambiente sereno y tranquilo, un minuto después sonó la alarma para perturbar el silencio que se respiraba en casa la familia Mernissi, formada por Fátima, su esposo Farid y su hijo Jamil. Como era de costumbre, Jamil, un niño responsable, se dirigió al baño para asearse y preparar sus cosas antes de reunirse con sus padres en el comedor para desayunar. A sus 15 años, Jamil hablaba 5 idiomas, y todo ello gracias, por un lado a sus padres, que hablaban en casa árabe, español y valenciano, y por otro lado al programa de enseñanza de lenguas extranjeras que había en su centro educativo “franinglota” donde aprendió francés e inglés. Tenía compañeros que hablaban incluso más idiomas que él, pero había otros que hablaban menos, pero todos hablaban más de una lengua.

El “pareloj” ya marcaba las 8.15, y tras un rico desayuno con sus padres viendo las noticias en el “periodiradio”, acudió a la escuela y llegó a la hora prevista como era habitual en él, pues el “pareloj” digital mucho más grande que el de su casa, daba las 8.27. Ese día tenía clase de lengua a primera hora con el profesor Abbassi, un señor de casi 40 años, de los cuáles llevaba diez ejerciendo como docente. Abbassi, había vivido de primera mano el gran desarrollo que había sufrido la educación y el mundo en general, y contaba a sus alumnos los diferentes cambios, sobre todo aquellos relacionados con su asignatura, lengua, que antes se impartía junto a la literatura.

Jamil entró al aula de lengua y se sentó en el sitio que se le había asignado, donde tenía su ordenador y su tableta que le permitían hacer búsquedas de información requerida por el profesor en páginas seguras, consultar el diccionario, contaba con las diferentes lecturas con sus respectivos ejercicios, podía acceder al blog y otros recursos abiertos creados por el profesor, entre otras herramientas que facilitaban su proceso de aprendizaje. En un momento dado cuando Jamil estaba inmerso en sus quehaceres, se percató de la ausencia de su amigo Carlos, y se mostró preocupado ya que sabía que el ordenador iba a mandar, de forma automática, un aviso a sus padres a través de la aplicación “ausenaviso”, pero pronto se acordó que ese día Carlos tenía cita con el dentista.

Cuando los alumnos estaban sumergidos en sus tareas asignadas, Abbassi hizo un viaje con su mente para retrotraerse una década en el tiempo, echando de menos aquella época libre de tantas tecnologías, donde los alumnos estudiaban en libros de papel y las TIC eran algo más bien secundario. De pronto, ese viaje se vio interrumpido por la llamada de un alumno que no comprendía el ejercicio a realizar, y entonces acudió en su ayuda, pues su labor consistía en guiar a los alumnos en su proceso de enseñanza-aprendizaje basado en la autonomía. Quince minutos después, sonó la alarma en señal de fin de la clase, la clase siguiente era de literatura y a Jamil le encantaba. Las clases eran más amplias y tenían un distribución que favorecía un buen amiente de estudio y disfrute, el centro contaba con un espacio ajardinado en forma de biblioteca que incitaba a la lectura en los descansos y había un equipo de profesionales en psicología que atendían al alumnado con problemas psicológicos. Por otro lado, gracias al equipo de mediación formado por miembros del profesorado y alumnado, ya no había tantos problemas de bullying.


Después de un día intenso de clases, sonó la alarma para dar fin a la jornada, en ese momento Fátima estaba esperando a su hijo en la puerta para regresar junto a casa, pues Farid había preparado un delicioso Cuscús para comer.

Gracias por vuestra atención.

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